“La operación bikini debería ser accesible para todos los públicos, incluso para los tristes” son las declaraciones del Rector de la Universidad Miguel Hernández en la inauguración de la nueva sala de musculación del gimnasio. Como novedad en dicha sala se han retirado todos los espejos, se dispondrán de mancuernas de entre 2 y 4 kg y quedará totalmente prohibido el acceso de aquellos que su pectoral supere en masa su tamaño cerebral. “Lo veo una idea genial, estoy harta de la gente que está encantada de conocerse” declara Carla MC, estudiante de Telecomunicación “estoy segura de que se masturban pensando en ellos mismos”.
Los estudiantes con miedo a enseñar las lorzas o que todavía no han perdido sus abdominales de leche, ya no tendrán excusa para ir al gimnasio. “Realmente me da igual, no iba porque no me apetecía, pero tener lejos a vigoréxicos y narcisistas es un alivio” declara Cristian Mínguez, “que asco de positivos de mierda”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario