Aprovechando las Hogueras de San Juan y de Alicante, entre otros lugares, los estudiantes de la Universidad Miguel Hernández hicieron un pequeño paréntesis en sus estudios para ponerse a beber “como cosacos” y olvidar las penas y los suspensos. Supersticiosos o no, trataron de espantar los malos espíritus con alcohol barato, y por qué no, presumir de moreno biblioteca que tantas horas de encierro en Altabix les ha costado. “Llevo un mes y pico cultivando esta tonalidad blanquecina y ya es hora de lucirla” declara Patri Pinilla, ebria estudiante de Derecho, “ahora brillo en la oscuridad”.
A los estudiantes de la UMH, el pasado fin de semana, se les podía distinguir entre la multitud además de por su ansia de fiesta, por su tono de piel pálido brillante producto del rebote de los rayos de sol, que entran por la ventana, en sus apuntes. Mientras los expertos alertan de los problemas que puede acarrear la exposición excesiva a las luces de neón y flexos, los estudiantes harán caso omiso y continuarán estudiando de cara a las últimas semanas de exámenes.
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