La rutina de madrugar, estudiar y hacer descansos de horas ha vuelto a la Universidad Miguel Hernández. Las vacaciones han llegado a su fin y ahora toca ponerse de un modo muy distinto al que han estado practicando los estudiantes desde que finalizaron los exámenes de junio. Para muchos, el difícil mes de recuperar las asignaturas pendientes se ha convertido también en el mes de rehabilitación de sus órganos más dañados por los excesos. “Sigo a la espera de un donante de hígado pero mientras tanto estoy haciendo horas para ver si apruebo de una vez Psicometría” declara Espe Oñate, Psicóloga, algo molesta por la escasez de donantes en estas fechas.
Septiembre se presenta duro para muchos estudiantes que se verán obligados a hincar los codos para estudiar en lugar de empinarlos para beber. “Se ha bebido por encima de nuestras posibilidades y ahora lo estamos pagando” aclara Estefanía Signes, Periodista, “está claro que toca empezar a estudiar pero no hay que tomarse las cosas tan es sobrio”.
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